por Sabah Haider
El cineasta Hany Abu-Assad, nacido en Nazaret, se hizo mundialmente conocido en 2005 por su película «Paradise Now», que trata de las peripecias de dos jóvenes y atractivos palestinos de Nablus, en la ocupada Cisjordania, que se preparan para inmolarse en un atentado suicida en Tel Aviv. La película fue nominada al Oscar en la categoría de Mejor Película en Lengua Extranjera.
La carrera cinematográfica de Abu-Assad, cineasta educado en Holanda, comenzó a principios de la década de los 90 cuando decidió dejar de ser ingeniero aeronáutico para convertirse en productor de cine y televisión. Aunque realizó una serie de documentales y cortometrajes anteriores, fue en 2002 con la película «La boda de Rana» («Rana’s Wedding»), rodada durante los primeros meses de la segunda Intifada palestina cuando comenzó a ser conocido a nivel internacional. La colaboradora de The Electronic Intifada Sabah Haider entrevistó a Hany Abu-Assad acerca de la acogida de sus películas, el cine palestino y los retos de la cinematografía.
Sabah Haider: ¿Son los mismos temas los que unen las películas palestinas que los que unen a los palestinos como pueblo, un pueblo sin estado?
Hany Abu-Assad: Tenemos más que eso en común. Compartimos nuestro mayor interés que es nuestra causa, nuestra lucha. Tenemos nuestra cultura, árabe e islámica. Somos parte de esa cultura, de esa lengua, de ese sentido del humor. Nuestra causa es nuestra prioridad y nuestro instinto nos impide aceptar la injusticia. Estamos fragmentados, pero compartimos una cultura arraigada y una lengua, que para la gente no es sólo un movimiento, sino también una identidad y un conjunto de valores. No podemos aceptar la injusticia, ni siquiera cuando es más fuerte que nosotros.
SH: Estos temas incluyen la resistencia, el trauma, la ausencia de patria y la nostalgia por el regreso a Palestina, el derecho a regresar.
HA: Seguramente el tema dominante es el trauma. Digamos que el derecho al retorno es el tema dominante absoluto, pero el trauma es parte de ello, porque la solución para ese trauma es el derecho al retorno. El trauma es una consecuencia de la Nakba [la expulsión de los palestinos de su patria]. Al final resistes, manteniendo vivos el espíritu y la causa, e intentas comprender. Una parte del trauma es que tratas de comprender la complejidad de la parte israelí. Otra parte es que insistes en el derecho a regresar – lo que te sucede es algo grande. Los traumas psicológicos, los traumas físicos y los traumas inconscientes forman parte un gran conjunto. Incluso después de haber recuperado nuestros derechos, todavía tenemos que reponernos de ese trauma.
SH: ¿Cómo definiría el cine palestino?
HA: Desde 1948 somos un movimiento de resistencia, y mantener viva dicha causa es una forma de resistencia. Hacer estas películas es como crear inconscientemente documentos que pueden pasar a formar parte de la historia y mantener viva la causa. Es una forma de resistencia.
SH: ¿Está de acuerdo con que las películas clasificadas como palestinas están ligadas a ciertos temas?
HA: Hasta este momento, consciente o inconscientemente, existe la lucha contra el agresor. El tema común es la resistencia contra el agresor, algunas veces a través de una pequeña historia, otras veces de forma indirecta. Sea cual fuere su poder, la voz humana es mucho más fuerte. A través del poder militar, económico y político, tratan de limitar sus derechos humanos y fundamentales. El no darse por vencido se convierte en un tema ― no darse por vencido y continuar con tu vida e identidad.
SH: La película «La boda de Rana» («Rana’s Wedding») se rodó poco después de que estallara la segunda Intifada palestina. ¿Qué desafíos planteó? ¿Qué impacto tuvo sobre la película?
HA: Si sucedió fue inconscientemente, ya que no podía dejarme influenciar por el estado de ánimo general. Lo que quieres es contar una historia y la producción se rige por esos parámetros. Parte del trauma es asegurarse de que la gente lo entienda. Yo era muy consciente de los temas que exponía en «La boda de Rana» («Rana’s Wedding»), preferí explicar y exponer lo que realmente estaba pasando en lugar de mostrar la experiencia traumática, y como además tenemos una auto-censura, tenía miedo a ser muy explícito con respecto a la situación.
SH: ¿El estado de ánimo entre los cineastas palestinos refleja el estado de ánimo general que había entre los palestinos en ese momento?
HA: Ciertamente la Intifada influyó en la producción porque, al final de la película, la realidad supera a la ficción. La ocupación, los puestos de control ―no quieres que interfieran en tu historia, pero los estragos de la ocupación influyen en la imagen de la película. Por mucho que no quieras que la ocupación influya en la realización de la película, al final termina haciéndolo.
El estado de ánimo entre la población general y directores de cine palestino sigue siendo el mismo. Nosotros también hemos pasado por lo que ha pasado toda la población. Te sientes enfadado e impotente. Sientes que no puedes hacer nada con esta operación inhumana que se está llevando a cabo. […] Siempre cuento la misma historia en los festivales, pero la diferencia es que puedes estar en una fiesta y ser homenajeado, y te tratan como a una persona muy importante, y cuando vuelves a tu país de origen recibes un trato inhumano. Puedo estar en Roma en un festival y ser homenajeado y el mismo día volver a ser tratado como un criminal. Este contraste es sorprendente. Bajo la ocupación, el estado de ánimo es el mismo entre todos los palestinos ―eres igual que cualquier otra persona y estás desprotegido.
SH: Los personajes de sus películas son positivos y llenos de esperanza. ¿Es intencionado?
HA: Creo que la esperanza es la parte más importante de la resistencia, y el enemigo es muy fuerte. El movimiento sionista es muy fuerte y no es fácil luchar contra ellos, pero sin esperanza no se puede mantener la resistencia, por eso es tan importante mantener viva la esperanza. Sigo creyendo que no hay una salida ―pretendo crear esperanza para continuar nuestra lucha. Rana [la protagonista de «La boda de Rana» («Rana’s Wedding»)] tiene más esperanza que su marido.
SH: ¿Cómo reciben los palestinos las películas que aspiran a representarlos?
HA: El problema que hay con nuestro cine es que no tenemos [nuestros] canales de distribución para nuestro pueblo. Cada nación tiene sus propios canales de distribución para su pueblo, pero nosotros no los tenemos ―dependemos de otros canales, pero no tenemos amplio acceso a ellos.
Al comienzo de la segunda Intifada había una esperanza más positiva de la que existe actualmente. Había más esperanza, rodé la película antes de la invasión y el asedio de Yasser Arafat [entonces presidente de la Autoridad Palestina]. Unas semanas antes tuvo lugar el comienzo de la Intifada, y entonces sí existía una gran esperanza.
La mayoría de los palestinos ―especialmente los jóvenes― tienen esperanza. Creo que en la diáspora, la tragedia del pueblo palestino es tan grande que éste no ve el final del túnel. Su existencia [como refugiados] durante 60 años es debida a la cobardía del pueblo árabe, los líderes ―la cobardía de la élite de los árabes, su impotencia, su falta de voluntad para luchar o sacrificarse.
Israel los está empujando a todos hacia un punto de fundamentalismo. En un momento dado, a nadie le importa ya nada. Están llevando la situación por un camino que es auto-destructivo, y la resistencia está creciendo. La concienciación en contra de los sionistas nunca ha sido tan grande como lo es ahora. Lo cual era inevitable.
Nota del editor: debido a un error de formato, la inserción por parte del entrevistador de la frase “Estos temas incluyen la resistencia, el trauma, la ausencia de patria y la nostalgia por el regreso a Palestina, el derecho a regresar” no se ha marcado como tal. En esta versión del artículo se ha corregido dicha aclaración.
Sabah Haider es una periodista y cineasta canadiense que vive en Beirut. Puede contactar con ella en el correo electrónico sabafhaider@gmail.com.
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Traductora: Denisa- Karla Anusca
Correctora: Laura González
Fecha de publicación en castellano: Marzo 2011
Fuente: Palestinian Cinema is a Cause: and Interview with Hany Abu-Assad. Sabah Haider, The Electronic Intifada, March 2010. http://electronicintifada.net/v2/article11119.shtml